¿Quiere pasar un
mes de su vida sudando la gota gorda y sacrificando gratuitamente horas de
sueño? No se preocupe, ¡aquí conocemos la solución! Sólo debe apuntarse a un
Máster en Traducción Audiovisual, esperar a que se oferten unas prácticas y
ofrecerse voluntario para trabajar sin cobrar. Mano de santo, oiga.
Hace ya meses
que quería escribir sobre mis prácticas
no presenciales pero, después del mes tan agotador que me hicieron pasar,
no tuve fuerzas para hacerlo justo cuando las terminé y mi vida estos tres
últimos meses ha sido bastante caótica, por definirla de alguna forma. Bien,
puede parecer que lo he pasado fatal realizando estas prácticas y… realmente
fue así en algunos momentos, pero no desesperemos, que no hay mal que por bien
no venga y a todo se le puede sacar un
lado positivo. Está claro, el lado positivo es el que seguramente ya os
estaréis imaginando porque es lo “estándar”: lo bueno de las prácticas es que
ganas experiencia y ves cómo se trabaja en tu campo. Una dosis de “cruda
realidad”. Antes de seguir escribiendo me gustaría hacer una aclaración: aunque
lo haya puesto en la “presentación” de esta entrada, el hecho de no haber cobrado por las prácticas no me supone ningún
problema, ya que la organización del máster nos avisó desde el primer
momento de que no tendríamos ninguna remuneración económica. Está claro que
siempre hubiera sido mucho mejor poder cobrar algo, pero bueno, quien avisa no
es traidor, como dicen. De todas formas, para que entendáis el estrés, voy a
intentar resumir detalladamente cómo transcurrió el mes de prácticas.
Pero,
¿prácticas de qué?
A lo mejor os
estáis preguntando en qué consistieron
exactamente las prácticas que realicé. Pues bien, se trataba de traducir
(según la oferta, subtitular) los extras y audiocomentarios de los DVD de una
serie. Para ello, formamos un grupo de cinco traductoras, que éramos las que en
aquél momento realizábamos prácticas con la empresa, claro. Empezamos las
prácticas el día 13 del mes de enero y teníamos exactamente un mes para
entregar la traducción de todos los contenidos de los extras.
El comienzo.
En busca del material defectuoso.
La mayoría de
traductores audiovisuales son autónomos, por lo que realizan el trabajo en
casa. Ahora, la mayoría de veces, el material y todo lo que vas a necesitar te
lo envían por internet, pero en el caso de estas prácticas teníamos que
desplazarnos al estudio para recoger el material que íbamos a necesitar. Dos de
nosotras nos ofrecimos para ir a buscar el material de todas las compañeras, ya
que nos era más fácil desplazarnos hasta allí por motivos de distancia. Todo
hubiera ido bien si los materiales que
nos dieron hubieran funcionado, pero no fue así.
Pienso idear un ataque terrorista como el próximo DVD no funcione... |
Teníamos un mes para
realizar la traducción y casi ningún DVD funcionaba. Aquí, debo admitir, nosotras también fallamos en algo: no
comprobamos si teníamos problemas con todos los DVD, sino que sólo miramos el
primero que nos tocaba traducir. Evidentemente, esto nos hizo tener que
desplazarnos más de una o dos veces porque la
mayoría de los DVD no funcionaban bien. Así que el tiempo se nos echaba
encima y había momentos en los que no podíamos trabajar porque nos faltaba
material.
¿Dónde están
los subtítulos?
En nuestra
oferta de prácticas ponía bien claro, “subtitulación”. A mí, personalmente, la
subtitulación no me apasiona mucho y en realidad es uno de los tipos de
traducción audiovisual que más cansino me resulta; no obstante, en esta vida
hay que aprender a hacer de todo porque nunca se sabe y, además, estas
prácticas, al ser no presenciales, eran las que yo tenía la posibilidad de
realizar porque trabajo. El caso es que todas estábamos esperando aprender algo
sobre subtitulación pero no fue así, ya que lo único que tuvimos que hacer fue
traducir textos de unos documentos de Word. Es decir, ni aprendimos a usar
programas especializados ni aprendimos ningún criterio para subtitular ni nada
que tuviera que ver con la subtitulación.
Confusión en
los plazos
Como ya he dicho antes,
supuestamente teníamos el plazo de un mes para entregar la traducción. Cuál fue
nuestra sorpresa al empezar a recibir e-mails (en tono no muy agradable, si se
me permite decirlo) preguntando que dónde estaban nuestras primeras
traducciones. Creo que aquí el fallo fue que hubo bastante falta de comunicación por parte del estudio, ya que nadie
nos avisó de que tendríamos que ir entregando material traducido cada cierto
tiempo.
¿De qué habla este señor que me envía e-mails? |
Nosotras pensábamos que tendríamos un mes para traducirlo todo, porque
además, al ser prácticas no presenciales, cada
una se organizaba como podía, que esa es, en principio, la idea. Por
suerte, todas habíamos adelantado trabajo y no nos supuso mucho problema
empezar a enviar cosas, pero hubiera sido mejor saber que nos teníamos que
organizar de esa forma desde el principio para ahorrarnos problemas.
Falta de
comunicación
Como ya he
comentado, creo que la falta de comunicación por parte de la empresa fue algo
que nos desanimó bastante, ya no solo por los problemas como con los plazos de
entrega, sino también porque no se nos tenía a todas en cuenta. Está claro que
si somos un grupo de traducción y se nos comunica algo a una o dos de nosotras,
nos encargaremos de informar a las demás de lo que se nos haya dicho pero a
veces puede resultar un poco molesto que a ti no te lleguen los mismos e-mails
con información que a los demás. Aunque, sobre todo, lo que molesta es no recibir la confirmación de que tu
archivo ha llegado, ya que esto te causa inseguridad y puede traer
problemas. Y más si has pedido previamente una confirmación.
¡Sorpresa! No
todo es negativo
No lo es. El
esfuerzo de un mes también tiene su lado positivo. En primer lugar, conseguir
realizar todo el trabajo en el plazo. Evidentemente, eso es un deber, pero cuando hay que combinarlo con tres o cuatro
cosas más supone un reto que al ser
superado es satisfactorio.
Qué bien sienta esto de volver a dormir.... |
También tuvimos
la oportunidad de visitar un estudio de
doblaje que es cliente de la empresa en la que realizábamos nuestras
prácticas. Esto fue una experiencia interesante ya que vimos en directo el
funcionamiento de algunas de las cosas que estudiamos en clase.
Al empezar las
prácticas ya se nos había comentado que nuestros
nombres aparecerían en la ficha técnica de los DVD. Esta era otra
motivación para seguir trabajando duro y conseguir el mejor resultado que pudiéramos.
La sorpresa no fue que incluyeran nuestros nombres en la ficha técnica, sino
que nos regalaron un pack de los DVD
a cada una. Así pues, después de todo el esfuerzo, tuvimos nuestra
recompensa y pudimos ser felices y sonreír.
¡Al fin eres mía, ansiada libertad! |